Victor Quillupangui
Sobre mí
A la edad de 8 años sus ojos se iluminaron con el espectacular
arte religioso presente en las iglesias de la capital. Este contacto sería decisivo en la futura orientación de su arte y oficio.
En la casa de su hermana Ubaldina, a los 17 años Víctor Quillupangui instala su primer taller. Sin embargo; inesperadamente, emigra a Bogotá donde pudo aprender nuevas técnicas para el trabajo sobre madera.
5 años más tarde retorna a Ecuador e ingresa a estudiar en el SECAP, posteriormente se integra como alumno para desarrollar su vocación secreta en la Escuela Bernardo de Legarda. Es importante en su formación como punto de inflexión el contacto que llegó a tener con el maestro francés Julio Luna de quien en Ipiales (Colombia) fue su ayudante y a la vez admirador de la Taracea con la que producía retratos impresionantes.
